Calle 13 no aceptó las gaviotas en Viña del Mar

24.02.2011 07:59

Viña del Mar.- La agrupación puertorriqueña Calle 13 brindó una intensa presentación en el Festival de Viña del Mar, con canciones y actitudes contestatarias, y con la osadía de rechazar los trofeos del certamen, codiciados por todos los artistas que suben al escenario. 

Residente y Visitante rompieron los protocolos, y se dieron el lujo de seguir cantando hasta las 4.00 de la madrugada del jueves. Se retiraron porque les cortaron el micrófono. 

En su espalda desnuda Residente escribió "Fuerza mapuches'', en apoyo a los indígenas que luchan por la restitución de tierras ancestrales. 

Desde el comienzo Calle 13 rompió las formas. Invitó al público a corear un tema que señala "somos indisciplinados; y siguió con críticas sociales y temas comoVamos a portarnos mal, La bala y Calma pueblo

El certamen -transmitido por A&E- se desarrolla en la Quinta Vergara, anfiteatro al aire libre para 15.000 personas. Y la mayoría esperó a Calle 13 hasta la madrugada. 

Como es tradicional, el público, conocido como "el Monstruo'' porque endiosa y premia a sus favoritos y repudia con pifias a los que no le agradan, exigió para los puertorriqueños la Antorcha de Plata. 

La pareja de animadores subió al escenario y le entregó a Residente la estatuilla, pero en vez de agradecer, el vocalista les dijo: "No quiero que salgan más''. Insistió: "Por favor, no quiero que sigan entrando". 

El cantante mexicano Marco Antonio Solís también se presentó en Viña del Mar, donde enamoró al público con su receta de baladas cargadas de romanticismo y servidas con la prestancia y seguridad que le dan sus casi cuatro décadas de carrera. 

El artista se presentó en concierto por tercera vez en el anfiteatro de la Quinta Vergara, donde ya estuvo en 2005 y 2008, y por tercera vez también se fue a casa con los tres trofeos otorgados por petición popular, el más importante de ellos, la gaviota de plata. Sin embargo, su espectáculo no llegó a provocar la misma hipnosis colectiva que generó su última aparición. 

Vestido con un pantalón beige y camisa y chaqueta negros, el mexicano impuso su elegancia natural ante un auditorio colmado de mujeres que recitaron baladas como Dios bendiga nuestro amor, Si te pudiera mentir y Mi eterno amor secreto, además de canciones más rítmicas como Morenita, que interpretó al son de un cuerpo de baile, y rancheras como La venia bendita. Además, desempolvó dos temas de su grupo Los Bukis, y rescató de sus archivos Tu cárcel, y Cómo fui a enamorarme de tiTe extraño cada día y Dónde estará mi primavera, cantada al unísono con las 15.000 almas que llenaron el auditorio, pusieron el broche de oro a la actuación de Solís.