Assad promete hacer cambios

Assad promete hacer cambios

 

 Washington

Cediendo a la presión de un levantamiento popular, el presidente de Siria prometió el sábado que pondrá fin a casi 50 años de estado de emergencia la próxima semana, pero acompañó su concesión con una severa advertencia: las protestas posteriores se considerarán sabotaje.

El movimiento de protesta ha estado creciendo constantemente durante las últimas cuatro semanas, lo que plantea un serio desafío a la dinastía gobernante durante 40 años del presidente Bashar Assad y su padre, quien lo precedió. Assad, quien estudió oftalmología en Gran Bretaña y heredó el poder hace 11 años, reconoció el sábado que los sirios tienen quejas legítimas.

Sin embargo, advirtió que ya no habrá “una excusa” para organizar protestas una vez que Siria levante el estado de emergencia e implemente una serie de reformas, entre las que, dijo, estará una nueva ley que permite la formación de partidos políticos.

“Después de eso, no toleraremos ningún intento de sabotaje”, dijo Assad en un discurso televisado ante el gabinete.

Miles de manifestantes salieron a las calles antes y después del discurso de Assad en una señal de que era poco probable que sus promesas apaciguaran a un movimiento que ha crecido para exigir cambios radicales.

Más de 200 personas han muerto en las últimas cuatro semanas mientras las fuerzas de seguridad trataron de aplastar las protestas con disparos, gases lacrimógenos y porras.

Las leyes del estado de emergencia han estado en vigor desde que el gobernante partido Baath llegó al poder en 1963, y le confieren al régimen la libertad de arrestar a personas sin cargo alguno.

Amplían la autoridad estatal hacia prácticamente todos los aspectos de la vida de las personas en Siria.

Según el régimen, Siria se encuentra bajo un estado de emergencia debido a que Damasco está técnicamente en guerra con Israel. Pero muchos dicen que es sólo un pretexto para dar al presidente poderes ilimitados a fin de prohibir las manifestaciones, controlar los medios de comunicación y autorizar las escuchas telefónicas.

Activistas dijeron que cientos de personas en los suburbios de Damasco salieron furiosas a las calles después del discurso de Assad. Los relatos de los testigos no pudieron ser confirmados independientemente debido a que Siria ha puesto fuertes restricciones a los medios de comunicación y expulsó a los periodistas extranjeros.